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Esta duda sin embargo no es nueva, si bien el descenso de los tipos de interés de referencia –el euríbor se encuentra en mínimos históricos desde 2016- les ha llevado hasta terreno negativo y las entidades financieras refuerzan su apuesta por las hipotecas a tipo fijo con el objetivo de mantener su rentabilidad ante esta tendencia. En un periodo de tipos de interés en negativo, la opción de la financiación a tipo fijo ofrece las mejores condiciones históricas y gana atractivo. Más si cabe al recordar los años previos a la crisis –por no recordar años anteriores- en los que el aumento del euríbor a niveles superiores al 5% disparó las cuotas hipotecarias y complicó la situación financiera de muchas familias que habían comprado un inmueble.

Este entorno de tipos de interés al mínimo ha sido el momento perfecto para el fomento de las hipotecas a tipo fijo y muchas entidades han apostado fuertemente por ellas, encontrándose ya por delante de las opciones a tipo variable en entidades como Caixabank o Banco Sabadell.  En el global del mercado la opción de interés fijo es el elegido por ya más de un tercio de las personas que compran casa mediante un préstamo hipotecario, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística.

Por parte de las entidades financieras repunta el esfuerzo comercial, con el atractivo para los compradores de vivienda de contar con una estabilidad en cuanto a la cuota a pagar independiente de las condiciones del mercado financiero o inmobiliario y con una certeza total de lo que se pagará mes a mes. En este tipo de operaciones con plazos de 20, 25 o 30 años es prácticamente imposible prever qué niveles alcanzará el euríbor, con una tranquilidad absoluta en este aspecto. Para las entidades financieras las hipotecas a tipo fijo suponen una salvación del negocio bancario con el euríbor en terreno negativo y unos márgenes de beneficios en mínimos de hipotecas a tipo variable.

Pero la opción de las hipotecas a tipo fijo plantea también dudas, ya que en principio el interés a cobrar es más elevado. Ante esta desventaja surgen las dudas en cuanto a la variación futura del euríbor, y si será realmente más ventajosa a la larga.

La mayoría de expertos y organismos coinciden en que la subida de tipos en la zona euro no será rápida. Las estimaciones prevén que en el año 2019 se mantendrá esta tendencia en su mayoría, para quizás a finales del año o en el siguiente poder ver un cambio y un aumento de tipos. También es amplio el consenso de que no se verán subidas elevadas a corto plazo. La economía de la zona euro se encuentra en un periodo de baja inflación que se prevé persista y esto propiciará que difícilmente vemos niveles altos como los vividos en los momentos previos a la crisis.

Aún con estas previsiones estimadas a finales de 2018, la previsión del aumento de los tipos de interés se ha ido retrasando una y otra vez a la vista de que no parece haber movimiento alguno al alza y la inflación no repunta.

Desde el punto de vida del cliente, el coste superior de las hipotecas a tipo fijo obedece una lógica económica, ya que aporta una seguridad total. Las diferencias del Euribor en el largo plazo mostrarán si una u otra opción es más económica, sin embargo la certeza de los compradores de viviendas con hipotecas a tipo fijo permite afrontar cualquier cambio macroeconómico con tranquilidad.

Para un asesoramiento profesional y totalmente independiente, en Alicante Inmobiliaria contamos con un equipo de asesores financieros, hemos conseguido ahorrar miles de euros a numerosos clientes comparando y negociando las mejores condiciones de su hipoteca. Estaremos encantados de poder ayudarle.